¿Puede el lugar de trabajo influir en nuestro estado de salud y bienestar? Existe una fuerte evidencia de que la calidad de nuestro lugar de trabajo tiene efectos a largo plazo sobre nuestra salud mental y física. En particular, el impacto de los estresores del trabajo, esos factores que causan estrés, y que pueden producir sintomatología psicológica como la ansiedad y la depresión.
Con el tiempo, los factores de estrés del lugar de trabajo pueden tornarse en trastornos físicos tales como enfermedades del corazón, dolores de espalda o baja inmunidad a la enfermedad.

El coste del estrés en el trabajo se mide en millones de euros cada año. Así que el primer paso para controlarlo, es entender las principales causas que lo ocasionan. Pero, has reflexionado sobre los factores que tienden a causarte estrés en el trabajo. ¿Es el propio puesto de trabajo? ¿Es tu jefe o el entorno de equipo, tus compañeros? ¿Tiene algo que ver con toda la organización…?

Estos serían algunos ejemplos de lo que los expertos han señalado como los estresores más comunes en el trabajo:
Falta de liderazgo, cambio organizacional y conflicto de rol. Los períodos prolongados de exposición a estos factores de estrés pueden provocar el agotamiento del trabajador, así como problemas de salud a largo plazo, tales como enfermedades del corazón.

La falta de un liderazgo eficaz, jefes que no facilitan apoyo a sus empleados, que manifiestan una falta de equidad, que eluden dar un reconocimiento, e ignoran a quienes están dando lo mejor de sí….

El cambio organizacional, es por lo general un acontecimiento especialmente exigente para los empleados que les obliga a adaptarse de forma rápida a la nueva situación y esto hace aparezca la ansiedad y el estrés por ejemplo, cuando se asignan nuevas tareas o responsabilidades a los miembros del equipo sin recibir ninguna explicación que ayude a comprender la razón.

El conflicto de rol es un tipo de trance social causado cuando un individuo se ve obligado a asumir roles diferentes e incompatibles.En ocasiones tambien puede estar causado por falta de liderazgo ó cambio organizacional. Se produce cuando nuestro trabajo nos obliga a realizar tareas que entran en conflicto entre sí, bien porque sean incompatibles o ambiguas. Por ejemplo, una persona del equipo comercial, puede esperar construir una fuerte relación con los clientes existentes, pero al mismo tiempo también debe de centrarse activamente en la búsqueda de nuevos clientes. Estas expectativas entran conflicto entre sí, creando ansiedad y angustia. Tal vez tú ya lo hayas experimentado…

 

En organizaciones especialmente complejas, como hospitales, hay muchas expectativas para el conflicto de rol. Una enfermera, por ejemplo, puede estar tratando de gestionar su rol de enfermera con la enfermera jefe, como superior directa, pero a la vez debe hacerlo con los especialistas médicos, el personal de administración y otras enfermeras, por no hablar de los pacientes y sus familiares.
Este tipo de conflicto de rol surge en muchos puestos de trabajo y puede causar ansiedad y sentimientos negativos. Puedes medir tu nivel de conflicto de rol en este enlace .

Ahora vamos a ver cómo las personas respondemos al conflicto de rol. Los especialistas han identificado los cuatro enfoques que suelen presentarse.

El primer enfoque se trata de evaluar nuestra capacidad para hacer frente al entorno. Esto implica nuestra tendencia humana básica de reconocer rápidamente las amenazas, los factores de estrés, y luego juzgar o evaluar si podemos hacerles frente

Una segunda perspectiva se centra en las diferentes maneras en que podríamos interpretar los factores de estrés. Existe una gran diferencia si vemos los factores de estrés como un reto en lugar de como un obstáculo.

Si percibimos el conflicto de rol como un reto, aquello que hay que resolver no es tan estresante. Por otro lado, cuando el conflicto de rol es percibido como un obstáculo, una amenaza o un problema difícil de gestionar, entonces nos sentimos ansiosos y angustiados. Es más saludable para las personas que percibamos los factores de estrés como un reto. Sin embargo, ¿Cómo podemos realizar un cambio en esa percepción? Esta puede ser una buena excusa, para una próxima entrada en este blog…

Un tercer enfoque se refiere a la cantidad de control que tenemos, o que pensamos que tenemos, en nuestro entorno de trabajo. Este control, hace referencia a si tenemos la autonomía suficiente para cambiar la forma de trabajar. Por ejemplo, desde alguna complicada, como la elección de cuándo comenzar la jornada de trabajo, hasta la más sencilla, en qué orden hay que hacer las tareas del día, son algunas formas de medir control. La autonomía de este tipo es una poderosa manera de ayudar a las personas a que perciban un mayor sentido de control. Entonces, cuando experimentan el conflicto de rol, tienen más opciones para lidiar con este, y experimentar menos estrés en el trabajo.

El cuarto enfoque se refiere a nuestro nivel de recursos personales. Los recursos personales incluyen nuestros niveles de energía, nuestra capacidad de recuperarnos y generar experiencias positivas de trabajo durante el día.Por ejemplo, alguien que no ha dormido bien o no tiene el apoyo de su supervisor, probablemente no gestionará el conflicto de roles muy bien.                                                                                                                                                                 Por otro lado, alguien que está mentalmente despejado o trabaja en un ambiente que le provee de apoyo, va a manejar el conflicto de rol mucho mejor.

Para finalizar, si te encuentras ocupando posiciones de liderazgo, si eres jefe y tienes un equipo de personas a tu cargo, te será útil no sólo pensar en el estrés de tu propio puesto de trabajo, sino también acerca de cómo se puede reducir el estrés de las personas que supervisas. Si ves el estrés como un problema en tu equipo, empieza a pensar si eres tú el agente estresor, piensa si sus puestos de trabajo están diseñados de una manera óptima y cuentan con los medios requeridos, si se están experimentando conflictos, ó si se puede dar al equipo un mayor control sobre su trabajo.

Lo que aprendemos de cada uno de estos enfoques es la importancia de que seamos capaces de cambiar nuestra forma de trabajar y poder re-evaluar esas situaciones que generan estrés. Las habilidades individuales de cada cual y los recursos organizativos que proveen las empresas, deben permitir a las personas crecer sus puestos de trabajo, dotándolas de sentido de pertenencia a la firma, como forma de reducir el estrés en el trabajo y mejorar la calidad de nuestra vida laboral y personal.